Es el tipo de pintura más utilizado para paredes interiores. Es una pintura permeable, porosa, de aspecto mate. No se puede lavar, ni colocar en zonas expuestas a la lluvia ni condensaciones de agua.
Es económica y fácil de extender, pero no es lavable y, en caso de humedad, puede formarse moho sobre su superficie. Al pintar con temple se pueden obtener distintos acabados: liso, rayado, picado o gotelé.
Es económica y fácil de extender, pero no es lavable y, en caso de humedad, puede formarse moho sobre su superficie. Al pintar con temple se pueden obtener distintos acabados: liso, rayado, picado o gotelé.